el agua bajo control

MEDIMOS EL AGUA

EL AGUA


  El agua es esencial para la vida. Nuestra existencia, así como las actividades económicas dependen totalmente de este precioso recurso. De hecho, los recursos hidráulicos se ven afectados por múltiples usos como son los de la agricultura, la industria y el consumo doméstico.

  El agua es tanto un derecho como una responsabilidad. Tiene un valor económico, social y ambiental, por lo que cualquier actuación pública y privada está obligada a tener en cuenta esta triple dimensión. No es un bien ilimitado, ni su disponibilidad en cuantia y calidad adecuada es gratuita. Hay que tener en cuenta tanto los costes reales como el beneficio económico que genera su utiización, respetando al mismo tiempo la exigencia de un caudal mínimo para mantener los ecosistemas.

   El agua contaminada es una de las principales causas de muerte de los niños en los paises en vías de desarrollo. La ONU en la meta nº 10 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio aprobados en el año 2002, se marcó el objetivo de reducir a la mitad, para 2015, el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable segura y a un saneamiento básico.

   El agua es un preciado recurso natural que necesitamos controlar, cuidar y administrar. Cada 22 de marzo se celebra el día mundial del agua.

  El 70% del cuerpo humano es agua y se requiere ingerir aproximadamente 1,5 litros de agua diarios para realizar adecuadamente todas las funciones vitales.

  En el año 2006, según la Encuesta sobre el Suministro y Saneamiento del Agua, los hogares, servicios municipales, industria y servicios consumieron 3.913 hm3 de agua y el consumo de agua de los hogares españoles ascendió a 2.616 hm3, lo que representa el 66,8% del consumo total. El consumo medio se situó en 160 litros por habitante y día, un 3,6% menos que los 166 del año anterior. Por Comunidades, los consumos medios más elevados correspondieron a Cantabria (201) y Comunitat Valenciana (185) y los mas bajos a Comunidad Foral de Navarra (128) y País Vasco (129).

  Las pérdidas en las redes de abastecimiento son un indicador de su ineficiencia. Pueden dividirse en pérdidas reales (roturas, fugas, averías) y en pérdidas aparentes como pueden ser el agua no registrada, errorres de medida, fraudes, etc. En el año 2006, estas pérdidas ascendieron al 16,7% del volumen de agua introducido en las redes de abastecimiento. Se aprecia un descenso de este indicador debido a la mejora paulatina del estado de las redes.

  El valor unitario del agua, se define como el cociente entre los ingresos por el servicio realizado (importe recaudado en concepto de abastecimiento, alcantarillado y depuración) y el volumen de agua consumido por los usuarios, tanto hogares como sector servicios e industria. Este valor se incrementó un 6,2% en 2005 hasta situarse en 1,02 euros/m3. En el periodo 1996-2005, el aumento fue de un 62%. En 2005, este valor medio de los pagos por los servicios de agua se desglosa en 0,67 euros/m3 para el suministro y 0,35 euros/m3 para el alcantarillado y depuración.

  El consumo del agua mundial se ha triplicado desde 1950 hasta el año 2006 sobrepasando 4.300 km3/año*, cifra equivalente al 30% de la dotación mundial de agua renovable.

* 1 km3 equivale a 1.000 hm3, es decir a mil millones de metros cúbicos.

 Las captaciones de agua ejercen una presión sobre los recursos de agua dulce con el fin de proveer a las necesidades del consumo humano, del regadío, de la industria y de la refrigeración de las centrales térmicas y nucleares. Por tanto, el porcentaje de volumen de agua captado con respecto al total de recursos renovables de agua dulce nos indica la intensidad y la presión que se están ejerciendo sobre dichos recursos. En el año 2004, se captaron del medio ambiente en España 38.158 hm3 para satisfacer las necesidades del consumo humano, la agricultura y la industria.

  La procedencia de las aguas utilizadas, dependiendo de su origen superficial o subterráneo, es un importante indicador que nos orienta sobre la sostenibilidad del modelo de captación de agua de un país ya que un uso intensivo de la captación de agua subterránea puede agotar las reservas de agua del subsuelo.

(Fuente: INE - INebase . www.ine.es)